¿Qué hago si mi niño tiene fiebre?

La fiebre es común en los niños, sin embargo, debe atenderse de inmediato para evitar futuras complicaciones. Checa nuestras recomendaciones.

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Padres e Hijos

Creado: 10.07.2019 | 09:07

Actualizado: 10.07.2019 | 09:07

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¿Qué hago si mi niño tiene fiebre?

La fiebre es común en los niños, sin embargo, debe atenderse de inmediato para evitar futuras complicaciones. Checa nuestras recomendaciones.

La fiebre es un aliado del sistema inmunológico del niño, no hay que alarmarse, pero hay que tratarla cuando sea preciso y consultar al pediatra cuanto antes para comprobar el estado general de salud de tu pequeño.

Fiebre, síntomas de alarma

Está demasiado somnoliento, no quiere que lo saques de la cuna ni tampoco que lo cargues.
Está ausente y no presta atención.
Respira con dificultad y se le hunden las costillas.
Rechaza líquidos y no tiene apetito.
Tiene manchas rojizas en la piel.
Indica de algún modo que le duele la cabeza o las articulaciones.

¿Qué hago si mi niño tiene fiebre?

Mientras el niño tiene fiebre, primero quítale un poco de ropa para que esté más fresco, ofrécele líquidos y alimentos templados.
Déjalo en un lugar cómodo para que se sienta tranquilo, evita tomarlo en brazos con frecuencia ya que esto lo puede poner irritable.
Si el médico no indica lo contrario, no le des ningún medicamento.
Si la fiebre excede los 38ºC, a las medidas anteriores puedes añadir un baño con agua tibia, también puedes mojarle la nuca, el pecho, las muñecas y las ingles con una esponja y darle un fármaco para bajar la fiebre (antitérmico).
No automediques al niño lo mejor es seguir al pie de la letra las recomendaciones del pediatra.
Mientras esté con fiebre ofrécele agua fresca y suero con frecuencia (además de jugos, caldos, leche, etc.), ya que uno de los riesgos de la temperatura corporal alta es la deshidratación.
En el caso de niños con antecedentes de convulsiones o de trastornos neurológicos, el tratamiento medicamentoso de la fiebre debe ser previo a los 38 ºC, a fin de prevenir la aparición de estas sacudidas que tanto preocupan a los padres.