¿Piensas que como está chiquito no puede jugar? Pues sí puede y debes hacerlo. Los niños aprenden todo lo que necesitan a través del juego. Solo sigue estos consejos para jugar con tu recién nacido y divertirse mucho.
Aunque tu recién nacido no pueda atrapar una pelota, ya puede divertirse.
- Recuerda la moderación, es seguro jugar con un bebé nacido unos días atrás, pero limita cada sesión a unos cinco minutos; demasiado juego podría irritarlo.
- Los juegos de imitación son un buen comienzo: saca la lengua o haz una “o” con la boca, mantenla por unos segundos y mira si tu bebé intenta imitarte.
- Sigue su ritmo. Él te dirá si tiene ganas de jugar o no: si trata de levantar la cabeza o mirarte, si su ojos y expresión son vivaces, es buen momento para interactuar. Si llora, se retuerce, retira la mirada, parece aburrido, o sus ojos y expresión parecen apagados, no hagan nada y tomen un descanso.
- Pon algo de música. Sus oídos son bastante sensibles al ruido, así que eso lo mantendrá atento, pero mantén bajo el volumen.
- El mejor momento para el juego físico es cuando el bebé está activo y alerta; leer u otras actividades más lentas son oportunas cuando se encuentra tranquilo.
- Elige un momento en que puedas dedicar toda tu atención a tu bebé y no juegues con demasiado vigor luego de que haya comido.
- Encuentra un sitio al nivel de tu bebé, recostado de espaldas o sobre tu estómago, en el suelo o la cama.
- Sé paciente, poco a poco él tendrá mayor interacción contigo.
- Usa mucho estímulo facial y verbal, sonrisas, risas; aunque no entiende palabras, tu bebé va identificando el sentido, la intención de lo que dices.
- Asegúrate de dar apoyo a su cabeza desde atrás en todo momento y evita movimientos repentinos cuando lo manipules.
Fuente: Armin A. Brott. Voy a ser papá. Editorial Aguilar.
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